En diversas culturas indígenas de América Latina, existen identidades de género que trascienden las categorías binarias occidentales y han sido parte esencial de sus tradiciones ancestrales. Las personas Wigudun dentro de la cultura Guna representan una expresión de género que conjuga y trasciende lo masculino y femenino, similar a otras identidades como las muxes del pueblo zapoteco en Oaxaca, México (Santillán, 2019), o los fa’afafine en Samoa. Estas identidades, reconocidas y respetadas en sus respectivos contextos, comparten desafíos comunes con las personas transgénero en todo el mundo, en términos de reconocimiento, derechos y visibilidad.
La presencia de Wigudun no es un fenómeno reciente ni importado, sino parte integral de la cosmovisión Guna, que reconoce la diversidad como un reflejo de la naturaleza misma. Sin embargo, en la modernización, la migración hacia las ciudades y la influencia de externos han alterado estas dinámicas, introduciendo formas de discriminación que antes eran poco comunes hace unos años atrás. En conmemoración al 9 de agosto el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, este artículo explora estas tensiones a través de la voz de Nandín Solis, cuya experiencia personal y activismo ofrecen una mirada interna y actualizada sobre el tema.
Asociación Wigudun Galu (2023). Marcha del Orgullo.
Guna (Kuna)* — Pueblo amerindio localizado en Panamá y Colombia. Su idioma pertenece a la familia lingüística chibcha. En lengua Guna, se autodenominan dule, que significa «persona» (Wigudun Galu, s.f.).
Wigudun — Personaje representativo de la ambivalencia y conjunción de género. Según cuentan los ancianos, llegó con sus hermanos Ibeorgun y Giggadiryai, héroes culturales que proporcionaron las bases de la identidad Guna (Wigudun Galu, s.f.).
La nación Guna, que habita principalmente en la comarca de Guna Yala, ha mantenido una estructura sociopolítica autónoma, con un fuerte énfasis en la tradición oral, el respeto a la naturaleza y su forma de. Por lo tanto, las personas Wigudun han sido reconocidas como figuras de apoyo social, cuidando de los hogares, participando en las tareas colectivas, entre otras.
Como explica Nandín, esta posición estaba respaldada por un principio fundamental: "El valor del trabajo colectivo y la hospitalidad" (Nandín Solís, 2025). Estas virtudes eran apreciadas por encima de cualquier categoría sobre la identidad, ya que la cultura Guna históricamente no discriminaba por razones de orientación sexual o identidad de género, sino por incumplir con las normas de convivencia y cooperación.
Para Nandín, asumirse como Wigudun fue un camino de autodescubrimiento que combinó la experiencia urbana con el retorno a sus raíces:
(Nandín Solís, 2025).
Su participación en el activismo comenzó en 2006, en el marco del movimiento LGBTQ+ en Panamá, lo que le permitió recibir formación en educación para la salud. Después, decidió reconectar con líderes tradicionales y ancianos de la comarca Guna Yala para seguir profundizando su comprensión del papel de Wigudun en la historia Guna.
Solís destaca que Wigudun no solo es una identidad, sino también un conjunto de responsabilidades y valores:
Nandín Solís
Estos principios, arraigados en la vida de los Guna, se han visto amenazados por cambios externos. Lo que me impactó al escuchar es como la cultura matriarcal transforma muchas cosas, al ser reconocidas y respetadas las personas Wigudun. Me hizo reflexionar como las jerarquías de género pueden limitar la convivencia y que la valoración de los roles femeninos puede llegar ser clave para una sociedad más inclusiva en el presente.
Hace dos décadas, según Nandín, la vida como Wigudun en Guna Yala se desarrollaba en un clima de mayor aceptación:
Nandín Solís
La migración hacia áreas urbanas u occidentalizada, la adopción de prácticas discriminatorias y la influencia de religiones externas han generado un retroceso en la percepción social de las Wigudun. Esto ha motivado la creación de organizaciones como Wigudun Galu, que buscan promover la visibilidad y los derechos de las personas con esta identidad sean reconocidas.
Para Nandín, preservar la figura de Wigudun implica fortalecer la colectividad y la conexión con la naturaleza:
Nandín Solís
Queda claro que la aceptación no debería depender de categorías externas, sino de la capacidad de contribuir al bienestar colectivo y más como lo hacen en la comunidad Guna.
El sueño de Nandín para las futuras generaciones que se identifiquen como Wigudun es claro:
Nandín Solís
Esto implica no solo reconocimiento social, sino también acceso a educación, empleo y espacios de participación.
Las personas Wigudun no son distintas de otras identidades trans ancestrales, todas representan formas legítimas y valiosas de diversidad de género que han sido parte de sus culturas por siglos. No obstante, de la singularidad cultural de cada grupo, comparten experiencias muy similares de autodescubrimiento, discriminación y la inclusión social que viven en sus comunidades y sus países. Las Wigudun, al igual que otras identidades trans indígenas, son una muestra viva de la diversidad humana y de la importancia de reivindicar estas tradiciones frente a los desafíos de hoy día.
Kyle Pineda es un activista trans panameño dedicado a la defensa de los derechos humanos, especialmente en temas de diversidad de género y comunidad trans y LGBQI+. Con experiencia en coordinación de finanzas y liderazgo, trabaja para fortalecer y promover la inclusión en Panamá y la región.
@htpanama
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